domingo, 2 de diciembre de 2012

CUMPLE-BLOG

Ha pasado más de un año desde que escribí 
por primera vez aquí, en mi blog. Hoy no voy a hablar de mi hijo, sino de mí, de lo orgullosa que estoy de haber empezado esta maravillosa aventura, de como me siento cuando veo que alguien ha comentado en alguna entrada y de lo agradecida que estoy de vuestras visitas.
Gracias a todos los que entráis, miráis y no decís nada, gracias por hacerme sentir vuestra presencia (el contador de visitas es un chivato). Por supuesto que agradecer a los que a menudo escriben un comentario, siempre alentador y siempre haciéndome ver lo maravilloso que es mi hijo y sus sentimientos. Gracias a mi marido que me ha apoyado incondicionalmente y a los que conocen mi blog pero no saben realmente quien soy...
Y ahora vienen las disculpas: perdón si alguna vez no me he explicado bien, no soy ni escritora ni aficionada, que más querría yo... por mis faltas de ortografía, o por mis "pifiadas" a la hora de escribir, creo que ya me entendéis, ja,ja,ja. y sobre todo perdón si he olvidado a alguien cuando he dado las gracias.
Me siento muy feliz cuando alguien me comenta que se ha emocionado al leer alguna entrada, ya que he conseguido transmitir lo que quería, y eso es algo que para una simple madre de un hijo especial, del montón y que no destaca por nada, hace que mi deseo de compartir mis sentimientos sea algo más que escribirlos en un blog.
Seguiré escribiendo para vosotros, para los que se que me leéis y para los que van de paso, y sobre todo para que algún día mi hijo pueda leer el curioso diario de su madre.
P.D.: los chicos de LOS MEJORES GAY BLOGS están poniendo mis entradas en su blog, algo que me hace sentir muy internacional, ja,ja,ja y muy agracedida como ya les he dicho. Os lo recomiendo, es muy interensante.

domingo, 21 de octubre de 2012

APRENDER A VOLAR

Creo que tiene una gran lucha interna. Creo que no quiere mirarse para adentro. Cree que no le toca, o que simplemente es más cómodo no hacerlo, no sea que le asuste lo que vea en su interior. Quiere empezar a volar, solo, a tomar decisiones, a pensar por él mismo, a contradecirme y a razonar y convencerme hábilmente sobre sus pensamientos. Me parece maravilloso, que madure, que se forme, que tenga una personalidad definida y que sepa lo que está bien y lo que está mal, que si alguien no le cae bien, pues no le cae bien y punto, por mucho que yo le intente convencer de que tendrá algo positivo que él no sabe ver, que si no le gusta la fruta, pues no le gusta, aunque sepa que es importante para crecer, y que me lo discuta, me lo debata...  me parece genial, nos entendemos muy bien, aunque seamos tan diferentes. Solamente una mirada es suficiente entre nosotros para decírnoslo todo, tenemos una gran complicidad, hablamos prácticamente de todo y espero que no se pierda.
Tengo que  dejar que cada día vuele un poco más y que no se olvide donde está su nido de origen, y yo mientras volaré unos metros por detrás de él, por si un día se desorienta y no sabe volver. Espero que su camino no sea demasiado difícil, espero que sienta lo que sienta me busque cuando no sepa por donde ir, espero que esté preparado para lo que le pueda venir, o lo que ya se va encontrando, por eso se que aunque me cueste decirlo, todavía nos queda mucho por sufrir.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

MIRAR HACIA ADELANTE.

No me lo puedo creer... Ya ha empezado el instituto y parece que fue ayer cuando empezó en el cole... Todo parecía ir por buen camino, después de un verano duro, intenso en sentimientos, llegó el gran día, y nosotros estábamos ahí para empujarlo a su nueva etapa, digo empujarlo porque por sí solo no era capaz. Le repetía una y otra vez que tenía que cambiar la actitud, que ya estaba bien de llorar y sentir añoranza por su antiguo colegio, había que mirar hacia adelante y afrontar la etapa que estaba por llegar con positivismo ya que era algo que tenía que hacer sí o sí. Lo conseguí, unos días antes de empezar se sentía angustiado pero seguro de que iba a ser diferente y no por ello malo. Nervios, alegría, incredulidad, un cóctel de sentimientos que tenía que beberse y digerirlo.
Nadie podía imaginar que poquitos días después, se encuentra por casualidad antiguos compañeros del primer colegio al que fue, eran muy pequeños pero por el barrio alguna vez se habían ido. El sólo tenía cinco años cuando lo cambiamos de colegio y me cuesta creer que ellos lo recuerden todavía como el niño gay que juega con "sirenitas". Lo peor es que lo están insultando por el pasillo y aunque no van a la misma clase es muy fácil que se encuentren por el centro... Hoy he intentado restarle importancia y aplaudir su comportamiento ya que ha ignorado lo que le decían y yo le he dicho que muy bien porque así se cansarán de él (ojalá).
Le he preguntado si quiere hablar con su tutora del tema y me ha dicho que sí, que quiere cortarlo de raíz porque el instituto es muy grande y no quiere que se corra la voz, muy buena reflexión, ¿verdad?
Bueno, así hemos empezado, con muchas ganas y deseando que lo que os he explicado quede en una simple anécdota...

lunes, 6 de agosto de 2012

ESPERO ESTAR A LA ALTURA.

Desde que fui madre por primera vez, cambié mi perspectiva de la vida, empecé a ver más allá, pero nunca imaginé que me iba a resultar tan difícil proteger a mis hijos. Es inevitable que crezcan, lo sé, y se alejan poco a poco de mí. Piensan por ellos mismos y aunque les quiera aconsejar sacan sus propias conclusiones e intentan experimentar, todos lo hemos hecho aunque no tengamos consciencia de ello.
No sé como transmitirle a mi hijo tranquilidad y seguridad respecto al cambio que se le avecina el próximo curso, empieza el instituto. Está hipersensible, llora por cualquier motivo, hecha de menos a sus compañeros de primaria y hasta su antiguo centro... Lo que más le atormenta es que sus nuevos compañeros  se enteren de que le gustan las muñecas, y aunque yo le diga que no tiene porque pasar, él sabe que irán compañeros de su antiguo colegio y me dice que en un momento dado pueden llamar la atención de cualquiera diciéndolo... Así empezó todo en el colegio, alguien que lo sabía lo utilizó para hacerle daño. 
Como la psicóloga del colegio es la misma del instituto, recibió toda la información por parte de la antigua tutora de mi hijo cuando lo vio por un problema de aprendizaje. Le llamó mucho la atención su "otro" problema y hablamos bastante del tema. Sobre todo me recomendó que no dejara pasar y ni un solo insulto, que se lo hiciera saber enseguida a los profesores ya que se puede complicar y él puede sufrir más de lo que le toca debido a su sensibilidad. Calificó su problema como "problemas a la hora de relacionarse con los compañeros por ser un posible niño diana", lo cual me asustó un poco, ya que nunca lo había enfocado así, pero ella me tranquilizó diciéndome que teníamos que llamar las cosas por su nombre y que yo tenía que intentar que él se sintiera seguro en su nuevo entorno, ella también nos iba a ayudar.  Lo cierto es que me relajó mucho hablar con ella ya que me brindó su ayuda para hablar cuando lo necesite o para transmitir información al instituto. 
Espero estar a la altura, de lo que se espera de mí,  poder ayudarle a levantarse cuando se caiga  y que no se lleve una decepción de su madre, no lo podría soportar.

lunes, 18 de junio de 2012

CUANDO PIDA AYUDA...


He tenido una entrevista con la psicóloga del colegio, ya que es la misma del instituto, junto con la tutora. Ha sido muy reveladora, tanto por el problema que tiene de aprendizaje como por lo personal. Después de hablar de lo primero ellas tocaron el tema del acoso que sufrió hace 2 años, y claro, yo me he vuelto a indignar de como se trató el tema, o mejor dicho, de como no se trató el tema, a lo que ellas me han dado la razón ya que parece que ha afectado bastante en la conducta del niño. Han recalcado la actitud que debo tomar ante cualquier indicio de que pudiera repetirse, aún sabiendo que ha medida que los niños se van haciendo más mayores, es más difícil pillarlos... 
Estoy contenta, porque me siento apoyada por ellas, y espero seguir así en el instituto ya que ellas han traspasado toda la información al claustro. Aunque muchas veces llegué a pensar que  le había dado demasiada importancia a los insultos que le decían, hoy me he dado cuenta que los maestros estaban muy pendientes de él, y eso me hace sentirme muy segura.
La conclusión de la psicóloga es que no deje pasar ni un sólo insulto, ya que si no hacemos nada, puede llegar a ser un blanco perfecto para los compañeros. La tutora y yo hemos coincidido en que él se sabe defender ya bastante bien, pero que con veinte niños encima de él no hay quien salga inmune y que si en algún momento creemos que debería tener un seguimiento psicológico no dudemos en ponernos en contacto con ella, aunque cree junto con la tutora que es un niño estable y feliz.
Me encanta que lo tengan en cuenta, porque como yo les he recalcado varias veces, no quiero que tengan un trato especial hacia él, sólo que cuando pida ayuda se la den.

martes, 12 de junio de 2012

PINTANDO SUS PAREDES.

 Puede dar la impresión de que no me siento bien con la situación de mi hijo o que todo lo que os he contado oculta otros sentimientos... Hoy me he dado cuenta de que no estoy todo el día pendiente del "tema" como tiempo atrás, me siento más relajada y se lo transmito a él y eso me hace sentirme muy bien, en paz conmigo misma. Llevo bastante tiempo sin hablar con él ni directa ni indirectamente sobre la homosexualidad. Quizás me he dado cuenta de que tengo que dejar pasar el tiempo, porque aunque ya he puesto el cronómetro en marcha no tiene fecha programada, se parará cuando él lo decida. Y yo seguiré en mi armario con la puerta encajada, mirando de reojo, pero sin obsesionarme, pintando sus paredes de verde, como sus ojos, para no entristecerme más.

sábado, 26 de mayo de 2012

¿LO CONSEGUIRÉ?

Después de varios días, bastantes, me decido a volver a escribir...
Las cosas no han cambiado demasiado, la verdad, todo sigue su curso. Él va creciendo feliz, con sus problemas típicos de la edad , pero contento. Yo en cambio cada día que pasa tengo la sensación de que se me escapa algo, que hay algo que no sé que es y por la misma razón no encuentro la manera  de ayudarlo, si es que lo necesita...
Cada día tiene más pluma, cualquiera lo puede apreciar, y yo cada día me siento más indecisa. Nunca le digo nada, ni que deje de hacerlo ni que me molesta, porque lo cierto es que no me molesta, pero tampoco me siento cómoda, tengo que reconocerlo... La gente lo mira con pena o con burla, depende, y yo me siento fatal. No puedo decirle que se contenga, no sería justo, tiene que expresarse, lo sé. Pero por otro lado me encantaría que pasara más desapercibido. Quizás mi actitud es muy egoísta, supongo que en el fondo no quiero sufrir más, y no porque me avergüence de él, Dios me libre, espero que no lo penséis ni por un momento, por favor.
Tengo que hacer grandes esfuerzos, lo reconozco, para llevarlo con normalidad, creo que es una actitud que se aprende, yo la estoy aprendiendo, porque me la estoy encontrando cada día, y claro está, no puedo ni quiero estar dando explicaciones a todo el mundo.
Me pregunto qué hubiera sido de mí si mi hijo no tuviera este "problema", aunque nunca he sido homófoga si un poco intolerante, y siento mucho si en algún momento alguien se ha podido sentir mal a mi lado, de verdad. En mi vida hay un antes y un después, creo que poco a poco he ido cambiando la mentalidad, ahora lo digo y me lo creo, hace unos años no estaba tan segura. Espero llegar a algún día a ser tolerante para alcanzar la normalidad.
De nuevo gracias a los que me hacen ver las cosas desde otra perspectiva.

miércoles, 2 de mayo de 2012

OJALÁ


Cada vez que me explican el caso de algún adolescente que no puede salir del armario, me indigno. Siento una enorme empatía hacia él, y no hacia sus padres. Quizás sea porque ha llegado un momento en que los sentimientos de mi hijo los siento como mios, en mi propia piel. Por la misma razón no entiendo como unos padres pueden ignorar que su hijo está sufriendo, muchísimo, más de lo que ellos puedan imaginar jamás. Primero, supongo, al sentirse diferente, y cuando por fin tiene claro que le gustan los chicos, resulta que no sabe como plantear el tema en casa. Se siente solo, incomprendido, no querido, triste, no ve la forma de explicarle a su familia que no es como ellos esperaban. No quiere sentirse rechazado, de momento. No se siente suficientemente fuerte como para plantarles cara, es normal, no es por falta de coraje, es porque los pilares de su vida no le están escuchando, le ven pero no le miran, y él siente que se le derrumba la vida, que lleva años escuchando junto a su familia que no es una enfermedad, que son personas "normales". Le apena que mientras él escuchaba atentamente las explicaciones de la prensa sobre la normalidad, legalización, etc... sus padres sólo escuchaban algún arzobispo retrógrado o algún psiquiatra que se cree el salvador.
Estoy segura de que llegará un momento en que se sentirá fuerte, que se comerá el mundo y por supuesto que dejará al descubierto sus sentimientos.
No me gustaría estar en la piel de sus padres, sentir que tu hijo te pueda echar en cara sus miedos, todo su sufrimiento es algo que me pone la piel de gallina. Decepcionar a un hijo debe de ser muy duro. Bueno, parece que al final me he puesto un poco en la piel de ellos...
Ojalá mi hijo nunca tenga que escribir nada parecido, ni una tecla por cada miedo.

sábado, 7 de abril de 2012

CONTRADICCIÓN



El otro día intenté hablar con mi hijo sobre las relaciones, sobre lo que opinaba él. Me sorprendió mucho que al preguntarle si sabía si le gustaban las chicas o los chicos, me afirmara con rotundidad que las chicas.  Quise saber si tenía claro que le podía gustar también un chico, que no pasaba nada, puesto que lo habíamos hablado más de una vez, bueno, muchas veces... Contestó que sí, que lo sabía, pero que le gustaban las chicas, aunque ahora no había ninguna que le llamara la atención. Claro, yo insistí un poco más y le pregunté porqué lo sabía, aún sabiendo que es muy difícil explicar algo así, y él me dijo que hace tiempo le gustó una chica de su clase que se marchó a vivir a otra ciudad. Soy su madre, y como tal se que no me estaba diciendo la verdad, tampoco me estaba mintiendo, estaba diciéndome lo que él creía que tocaba decir. Llegué a la conclusión de que no quiere ni preguntarse sobre lo que puede sentir algún día. Mejor, que se deje llevar.
¿Dónde está la contradicción? Ahí va: al día siguiente comió en casa de una amiga, y cuando fui a recogerlo estaba totalmente desinhibido, como en casa, con los tacones de la madre y bailando con movimientos super femeninos, como en casa. Se sentía muy a gusto y eso me encantó.Por otro lado recordé la conversación del día anterior y pensaba por dentro: A lo mejor le gustarán las chicas  pero será muy afeminado o a lo mejor le gustarán los chicos que es lo que ahora parece por su comportamiento...
Yo no dejaré de decirle que da igual, pero espero que el día que lo tenga claro no me lo tenga que decir, que traiga a casa a esa persona como su amor, y yo pueda quererle sin prejuicios.  Insisto, no quiero que esté dentro de un armario, ni un segundo de su vida desperdiciado en un sitio tan oscuro.

domingo, 1 de abril de 2012

ILUMINANDOME


Desde que empecé con la idea de crear éste blog quise que el nombre fuera una frase que definiera como me siento, aún sabiendo que había la posibilidad de que no se entendiera lo que yo quería decir, de echo, hubo quien dijo que no quedaba claro...
Todo surgió en una conversación con mi pareja en la que hablábamos de como me sentía yo en ese momento, y sí,  le decía que estaba dentro de un armario, porque yo misma me he ido encerrando, sin querer, por ignorancia, por la educación que he tenido, por no ser más tolerante, por miles de motivos que ya casi ni recuerdo. Y él siempre está ahí, mirándome, escuchándome, adorándome, y como no, iluminándome. Por eso espero que si alguien tiene que estar dentro de un armario siempre sea yo y no él. Porque a veces la oscuridad te hace ser insegura y dudar, y no querría que él se sintiera así si yo puedo evitarlo. Por eso las puertas de mi armario siempre están sin girar la llave, porque en cualquier momento saldré sin miedo a lo que me pueda encontrar.
Entre nosotros: él no lo sabe, cree que estoy preparada para todo...

sábado, 10 de marzo de 2012

GRACIAS.

 Hoy me han explicado un caso muy similar al mio pero con una enorme diferencia. Un niño de tres añitos que juega con muñecas y que le encanta disfrazarse de princesa. Hasta aquí normal. Pero la diferencia con mi caso es que todo esto lo hace a escondidas de su padre. Su madre lo tapa y le esconde las muñecas para que el padre no las vea. Muy fuerte. Lo he comentado con mi marido, ya que la persona que me lo ha explicado ha concluido diciendo que el niño tendrá que ir al psicólogo, a lo que yo he contestado que el que deberá ir es el padre, ya que tiene un gran problema. Mi marido me ha abierto los ojos al decirme que también hay que ponerse en su lugar, que cuando te han educado de una manera y se te presenta una situación tan especial no se sabe por donde salir, que él debe estar seguro de que lo que le han enseñado en casa es lo correcto y no lo que está viendo en su propio hijo. Tiene toda la razón. Él mismo dice que a él no le han educado para aceptar la homosexualidad, pero tampoco para rechazarla. Su conclusión es que le enseñaron lo más importante, el respeto, menuda palabra, la normalidad, que hay que aceptar a las personas como son. Desde aquí quiero felicitarle y agradecer compartir mi vida con él, porque cada día me sorprende con sus lecciones de tolerancia y respeto, por su capacidad de ponerse en el lugar de todo el mundo. Gracias por estar ahí, cada día, sin tí todo sería más duro, contigo todo es más fácil.

martes, 6 de marzo de 2012

EXAMEN DE CONCIENCIA

Hoy me siento extraña. Le doy vueltas a todo, lo reconozco, pero creo que es algo inevitable en mí. Se que tengo que dejar de hacerlo, pero no puedo... En el trabajo tengo la sensación de que las cosas no funcionan bien, o por lo menos como a mí me gustaría... y haciendo examen de conciencia he llegado a la conclusión de que soy demasiado exigente y perfeccionista, sí, pero es que en mi vida cotidiana soy exactamente igual!!!
 Y luego está lo de mi hijo... le exijo demasiado, quizás porque creo que él daría mucho más de si, y le recuerdo constantemente lo importante que es estudiar y sentirse bien consigo mismo. Sin duda está en una edad de cambios, y yo me hago cargo, pero le intento explicar que tiene que encontrar el equilibrio entre sentirse bien y hacer lo que se le exige en el colegio, que así todo será más sencillo. Es muy infantil, no quiere crecer, pero en el fondo sabe que la madurez llega y que deja atrás muchas cosas. Por la misma razón le digo que se dejan cosas en el camino, pero que no las tiene que olvidar, ya forman parte de él, y vendrán otras nuevas, y me gustaría que las aceptara con entusiasmo(aunque eso está muy bien decirlo, otra cosa es llevarlo a cabo).
Siempre estoy pendiente de él, pero sin que lo note demasiado, como al volver la esquina, cerca pero dejándole espacio, dándole confianza. Le dejo que se caiga para que vea donde están los peligros, para luego decirle que no pasa nada, que la próxima vez se hará menos daño, y sobre todo le dejo asumir sus únicas responsabilidades, estudiar y jugar, pero eso sí, con todas las consecuencias. Asumir que los resultados en el colegio son sólo de él, fruto de su esfuerzo o su pasotismo, y que sus juegos siguen siendo normales en casa pero no fuera. No espero recoger ningún fruto de él, mi amor es incondicional, no espero nada a cambio... bueno sí, que el me quiera tanto o más como yo lo quiero a él.

sábado, 18 de febrero de 2012

ESTOY INDIGNADA!!

Pues sí, estoy indignada, decepcionada, y sobre todo, estoy alucinada. Primero escucho en las noticias que hay un "señor" que cree que puede "curar" la homosexualidad!!! como si fuera una enfermedad!!! pero, ¿en que mundo estamos?. Yo creía que todo el mundo tenía claro que era una inclinación sexual, pero no, todavía hay algún listillo que cree que ha descubierto algo nuevo. De todas formas tengo curiosidad por saber sus argumentos, seguramente para escandalizarme más...
Luego, dentro de mi ignorancia, creo entender que la fantástica asignatura de Ciudadanía nos la van a quitar, o sea que la van a sustituir por otra que no tendrá los mismos contenidos, que no hablará de la pluralidad de la sociedad, de las diferentes culturas y de algo que a mí me interesa mucho, de la homofobia. Volvemos a tratar los temas de la sexualidad, de la libertad, de los diferentes matrimonios, del aborto, como si fueran tabúes, o sea, que los vemos, los tocamos, los sentimos, pero no se les transmiten a nuestros hijos en los colegios.Me parece que volvemos al pasado, a la época en la que yo estudiaba. Me siento engañada, creía que habíamos avanzado muchísimo, pero siento que se nos ha cerrado otra puerta...
Se que éste blog es para hablar de mi hijo, pero creo que es un tema tan actual que es importante referirme a él.

domingo, 12 de febrero de 2012

Pase lo que pase...

Ya tiene 11 años... se me escapa su infancia, y se acerca peligrosamente la adolescencia. He disfrutado muchísimo de su niñez, de sus juegos... Recuerdo perfectamente cuando empezó a andar, cuando le salió su primer diente, todo, absolutamente todo. Por eso no me quiero perder sus miedos, sus inquietudes, sus alegrias. No pretendo ser su amiga, creo que hay cosas que las madres no podemos saber, o no debemos saber, pero, dónde está el límite de lo que nos tiene que contar?  
Ojalá fuera la primera en saber lo que siente, pero si no fuera así, ojalá él sienta que no hará falta decir nada, porque no le voy a pedir explicaciones.
Creo que todavía no se ha dado cuenta de que tengo la mente abierta a todo, gracias a él, y que sólo necesito transmitirle seguridad, confianza. Espero que algún día sepa verlo, de verdad, es lo que hoy por hoy me preocupa más, que sienta que tiene TODO mi apoyo, que lo adoro, y que SIEMPRE estaré aquí para escucharlo.
Pase lo que pase...

domingo, 22 de enero de 2012

Miedo a crecer.

El otro día tuve una entrevista con su tutora, estamos en un año complicado, difícil, acaba primaria y empieza en unos meses secundaria. Lo cierto es que fue una charla muy distentida, agradable, ya que  es muy cercana, y hace que me sienta muy bien con ella. Hablamos del pasado, del presente y por supuesto, de lo que puede ocurrirle en el futuro. Ella sabe muy bien que es especial.
El pasado mejor olvidarlo, un poquito, ya que todos hemos aprendido de él y vale la pena nombrarlo para no cometer los mismos errores. Cuando tenía dos años menos mi hijo sufrió un cambio importante en su actitud, le empezó a afectar lo que le decían y sufrió en sus carnes demasiados insultos y burlas para poder afrontarlo solo. En el colegio se sintió desamparado, ya que la que era entonces su tutora no le dió demasiada importancia, y él no sabía a donde acudir. Cuando todo se fue un poco de madre, tuve que tomar partido, varias veces, hasta que porfin acabó el curso, y aprendimos que todo el mundo no tiene porqué entenderlo, ni aceptarlo, que no podemos obligar a nadie a comprendernos. Él por desgracia lo recuerda bastante, aunque no siente rencor hacia nadie, ni hacia sus propios compañeros, eso sí, tiene puesta una gran coraza para que nadie  entre en su mundo.
Respecto al presente está muy tranquilo, contenido, pero relajado, y eso lo percibe cualquiera que esté a su lado, me encanta verlo tan contento!!!
El futuro... yo no tengo ni idea que pasará, ni conozco a nadie que lo sepa. Sólo se que él tiene miedo, miedo a crecer, a tener responsabilidades sobre todo, miedo al nuevo instituto, a la aceptación de los compañeros, bueno, como creo que todos hemos tenido. Sólo tiene una cosa clara, que nadie va a descubrir sus verdaderas aficiones, que quiere empezar de nuevo, y a mí me da tanta lástima escucharlo decir eso... es tan pequeño para decir que quiere empezar de nuevo... Y yo en el fondo se que hay cosas que no se pueden esconder.

domingo, 8 de enero de 2012

MIRA QUÉ BONITA ES MAMÁ

-Mira mamá, es la muñeca que había pedido, qué bonita es, ¿te gusta mamá?, ¿has visto que pelo tiene?, que contento estoy, es tan guapa, ¿a que sí mamá?- me decía mi hijo el día de reyes.               
Que día tan especial, tan lleno de magia, todos nos sentimos niños ese día, no os parece? y como no, mi hijo siéndolo todavía pues se sentía muy dichoso. Los primeros regalos que fue abriendo eran los inducidos por nosotros, prácticos y necesarios, y aunque él es un niño muy agradecido, sabíamos que el regalo estrella llegaría en casa de su tía, una muñeca que él había pedido y que ella se había ofrecido a regalarle. Desde que la sacó de la caja blindada donde venía, estuvo 20 minutos para liberarla, no se separó de ella... La miraba, la tocaba, le daba la vuelta, la volvía a mirar embelesado, y ya no existió nada más importante para él. Estaba tan feliz, su tía lo hizo tan feliz, que vuelvo a decir lo mismo de siempre, juega con muñecas, ¿y qué?.
Como veréis he hecho referencia a su tía, porque creo que es muy importante que conste quien se la ha regalado, ya que en la familia todo el mundo no cree que deba seguir jugando con muñecas. Ella es su tia paterna y junto a su madre son un vivo ejemplo de normalidad, de no tener que hablar del tema, así que para nosotros imaginaos... son un gran apoyo, y como no, mi hijo lo siente así, como que no tiene que esconderse de nada, ni de sus aficiones ni de sus sueños.
Por éste motivo quería darles las gracias desde aquí por su enorme comprensión y su amor incondicional, y pedir que mucha gente tomara ejemplo de su tolerancia.

lunes, 2 de enero de 2012

La verdad que se esconde

La verdad que se esconde detrás de unos ojos tan bonitos, ojalá yo la supiera, ojalá me dijeran lo que sienten... cuando le pregunto directamente si le gusta alguna chica, o cuando le hablo de la homosexualidad, de echo creo que él no lo sabe, o sí pero no sabe que lo sabe, ¿me explico? que rimbombante me he vuelto!!!

Y yo me pregunto una y otra vez, ¿se dará cuenta de lo que pasa a su alrededor? lo cierto es que ésta pregunta la voy a contestar yo: SI.
Siente que no le gustan las mismas cosas que a los chicos de su edad, se siente más sensible que sus compañeros, tiene más complicidad con las chicas que con los chicos, y como no, hay momentos en los que le sale su parte más femenina, esa que dicen que tienen todos los hombres, y entonces es como una de ellas, bailando, haciendo gestos...
Ahora viene lo que siento yo, que de eso se trata el blog, de mis sentimientos, no? Pues sería absurdo decir que me da igual, no, no me da igual, y no me importa decirlo, sabéis porqué? porque se que la gente se burla de él, que ya tiene la etiqueta de "mariquita" y eso no sería importante si a él no le doliera, de echo, no sería importante si él ya supiera que lo es, pero la realidad es que le duele y que él no sabe si lo es, y a mí me desgarra el corazón ver que no puede ser él mismo, que no puede decir abiertamente cuáles son sus aficiones, y lloro mucho en silencio, cuando él no me ve, porque su dolor es más mio que de nadie, porque se me multiplica por cien, y Dios mio, no puedo ayudarlo, o al menos no todo lo que debiera.
 Debiera porque siempre he intentado educar a mis hijos como personas autónomas y auto suficientes, vamos, diciéndoles la realidad, que tienen que aprender a solucionar los problemas que les traiga la vida, sobre todo dentro del colegio, ya que yo no estoy ni quiero interceder en la labor de los profesores, siempre asesorados por nosotros.
Claro, me ha costado reconocer que tenía que buscar una actitud realista y a la vez que no le hiciera daño a él, sin dejarle perder su interior ya que es sólo un niño, y así fue como le expliqué que era diferente porque no hacía las cosas que los demás esperaban de un chaval, y que tenía que hacer un  gran esfuerzo para evitar hacerlo fuera de casa, es muy duro, pero por ahora nos va funcionando.