lunes, 18 de junio de 2012

CUANDO PIDA AYUDA...


He tenido una entrevista con la psicóloga del colegio, ya que es la misma del instituto, junto con la tutora. Ha sido muy reveladora, tanto por el problema que tiene de aprendizaje como por lo personal. Después de hablar de lo primero ellas tocaron el tema del acoso que sufrió hace 2 años, y claro, yo me he vuelto a indignar de como se trató el tema, o mejor dicho, de como no se trató el tema, a lo que ellas me han dado la razón ya que parece que ha afectado bastante en la conducta del niño. Han recalcado la actitud que debo tomar ante cualquier indicio de que pudiera repetirse, aún sabiendo que ha medida que los niños se van haciendo más mayores, es más difícil pillarlos... 
Estoy contenta, porque me siento apoyada por ellas, y espero seguir así en el instituto ya que ellas han traspasado toda la información al claustro. Aunque muchas veces llegué a pensar que  le había dado demasiada importancia a los insultos que le decían, hoy me he dado cuenta que los maestros estaban muy pendientes de él, y eso me hace sentirme muy segura.
La conclusión de la psicóloga es que no deje pasar ni un sólo insulto, ya que si no hacemos nada, puede llegar a ser un blanco perfecto para los compañeros. La tutora y yo hemos coincidido en que él se sabe defender ya bastante bien, pero que con veinte niños encima de él no hay quien salga inmune y que si en algún momento creemos que debería tener un seguimiento psicológico no dudemos en ponernos en contacto con ella, aunque cree junto con la tutora que es un niño estable y feliz.
Me encanta que lo tengan en cuenta, porque como yo les he recalcado varias veces, no quiero que tengan un trato especial hacia él, sólo que cuando pida ayuda se la den.

martes, 12 de junio de 2012

PINTANDO SUS PAREDES.

 Puede dar la impresión de que no me siento bien con la situación de mi hijo o que todo lo que os he contado oculta otros sentimientos... Hoy me he dado cuenta de que no estoy todo el día pendiente del "tema" como tiempo atrás, me siento más relajada y se lo transmito a él y eso me hace sentirme muy bien, en paz conmigo misma. Llevo bastante tiempo sin hablar con él ni directa ni indirectamente sobre la homosexualidad. Quizás me he dado cuenta de que tengo que dejar pasar el tiempo, porque aunque ya he puesto el cronómetro en marcha no tiene fecha programada, se parará cuando él lo decida. Y yo seguiré en mi armario con la puerta encajada, mirando de reojo, pero sin obsesionarme, pintando sus paredes de verde, como sus ojos, para no entristecerme más.